Casey Mckee es un artista que mezcla fotografía y pintura. Nacido en Phoenix, Arizona, atravesó el gran charco para mudarse a Berlín, donde encontró por fin cobijo para su arte, como muchos otros artistas de su talla.
Mckee combina de manera metódica estas dos disciplinas artísticas en sus trabajos.
Primero toma una fotografía y la imprime sobre una superficie o lienzo mediante el uso de una emulsión fotográfica. A continuación utiliza la pintura al óleo para crear las expresión y emociones que desea plasmar en sus obras, en las que el ser humano suele tener el papel protagonista. El resultado es un híbrido de las dos técnicas que muestra lo mejor de cada una de ellas.
Ha expuesto sus creaciones en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Minneapolis y Chicago, aunque también en centros europeos como Londres, Hamburgo, Frankfurt y Berlín. Algunas de sus obras se exhiben en museos y otras forman parte de colecciones privadas.
Empecé tocando la batería y otros instrumentos de percusión a los ocho años. Fue en ese momento cuando decidí ser artista, aunque me sentía sobretodo músico. No descubrí la fotografía hasta los dieciocho y ocurrió por accidente. Hice una foto de mi clase en el instituto sólo para divertirme. Rápidamente, me di cuenta de que tanto la fotografía como la pintura (que descubrí poco más tarde) me llenaban más que tocar en bandas. Por supuesto, aún disfruto subiendo a un escenario, pero con la fotografía y la pintura puedo comunicar cosas que con música nunca podría. Evidentemente la música me inspira, pero casi nunca la escucho cuando pinto. Antes lo hacía, pero ahora prefiero oír las noticias, reportajes o algo por el estilo. Mi trabajo ha experimentado una evolución muy larga. Nunca estudié nada, al menos no en una institución. Cursé un año de universidad donde se impartían clases básicas, pero después de eso aprendí haciendo cosas, creando. Leo mucho y visito frecuentemente galerías y museos para edu- carme como artista. En mis inicios, mi fuente de inspiración fueron fotógrafos callejeros como Henri Cartier-Bresson. Más tarde descubrí la emulsión fotográfica y exploré con nuevos materiales, tonos y texturas, así podía imprimir la foto e integrar la imagen en ella. Después de trabajar mucho tiempo con esta técnica, la pintura apareció en el proceso. Espero que la evolución nunca se acabe. Eso es lo que lo hace interesante. De hecho, quiero experimentar con la serigrafía. Es obvio que el proceso no dista tanto del que estoy haciendo en este método fotográfico pero pienso que los resultados serían bastante diferentes. Normalmente, mi pintura gira alrededor de los sujetos y de todo aquello que experimentan. No puedo decir que haya un movimiento que me haya influenciado más que otro. Siempre he estado más interesado en artistas individuales que en movimientos o categorías. Los artistas que me han inspirado proceden de diferentes épocas y estilos. No sé si hay un color que utilizo más que otros, seguramente pero no te puedo decir cuál. Trato de enfocar cada imagen individualmente y darle lo que necesita. Tiendo a pintar en gris y colores apagados porque me gusta la tristeza que transmiten. Me mudé a Berlin básicamente para escapar de los Estados Unidos. Es un refugio cultural. No podía quedarme más allí, me sentía como un extraño. Soy más feliz en Berlin y Alemania en general. No puedo imaginar mi vida sin el arte, no me sentiría realizado sin crear.
mhmundial & friends 